CONCELLO DE RÁBADE
Superficie: 5,17 km2 / Población 2012: 1674 habitantes
En la parroquia de Rábade, perteneciente de aquella al ayuntamiento de Begonte, fue agrupándose desde finales del siglo XIX una población cada vez más numerosa alrededor de la estación del ferrocarril, importantísimo centro de distribución de mercaderías de la Terra Chá. En 1925, cuando la villa ya andaba cerca de los mil habitantes, Rábade se constituyó en ayuntamiento independiente.
Pero la villa Rabati ya aparece como lugar importante desde tiempos muy antiguos. En el año 934 se cita en un documento relacionado con la familia de San Rosendo, y en el mismo siglo se habla de un territorio centrado en Rábade que comprendería buena parte de los actuales ayuntamientos de Outeiro de Rei y Begonte. En el siglo XI Rábade aparece en los documentos en relación con varias sublevaciones, entre ellas la del conde Rodrigo Ovéquiz contra el rey Afonso VI.
El concello de Rábade está incluido en la comarca administrativa de Lugo, pero desde el punto de vista geográfico forma parte de la Terra Chá. Se extiende al lado de uno de los tramos más bellos del río mayor de Galicia, uno de sus grandes atractivos son las llamadas Insuas do Miño (islas fluviales), un largo parque natural con frondosos bosques y lagunas interiores. En la antigua Casa del Concello, noble edificio de piedra ahora llamado Casa das Insuas, hay un centro de interpretación de este espacio sin par, privilegiado tanto por la flora como por la fauna, cuyas 105 hectáreas son actualmente propiedad de la Diputación de Lugo.
La villa de Rábade, de urbanismo abierto y agradable y con buen comercio y hostelería, tiene interesantes muestras de la arquitectura villana de principios del siglo XX. El puente viejo sobre el Miño es una poderosa obra medieval, pero es posible que en el mismo lugar hubiera un puente romano, si la vía de Lugo a Brigantium, de trazado discutido, pasaba por aquí. El puente del ferrocarril es también muy bello, no sólo por su forma sino por el lugar que atraviesa. La Casa de Miraflores, al otro lado del río, es un palacio blasonado, del que depende la ermita de los Remedios, centro de una romería el último domingo de septiembre.