PARROQUIA DO BURGO
Superficie: 8,39 km2 / Población 2013: 93 habitantes
La mayor parte de esta bella parroquia se organiza alrededor del Camino Primitivo de Santiago, con una estructura muy particular definida por la vereda antiqua de los antiguos documentos. El topónimo Burgo, que es de origen germánico, podría referirse a una antigua fortaleza rodeada por una aldea o pequeña villa, o también a su estructura, pues la palabra común burgo tiene también el significado de "villa pequeña" o pueblo.
Detrás de una solemne portada heráldica, en el lugar de Carrigueiros hay un notable pazo o casa grande compuesto de varios cuerpos muy diferenciados, todo dentro de su perímetro murado. Este núcleo, que es el primero viniendo desde Lugo, tiene también unas notables casas de labranza del mejor tipo tradicional. Poco después de él está la fuente de Ribicás, a la vera de la carretera y Camino de Santiago.
Y luego viene O Burgo, con su clara organización alrededor del Camino Primitivo, hoy asfaltado, que le sirve de calle, enmedio de un paisaje de antiguos agros, ahora prados en su mayoría. Además de la espléndida iglesia y de la curiosa capilla de San Bartolomé, en O Burgo hay excelentes casas de labranza con sus edificaciones auxiliares, entre las que destacan algunos elegantes hórreos. El antiguo hospital de peregrinos estaría en una huerta así llamada de la actual Casa Matías, una de las más bellas de la aldea. Junto al burgo central está el lugar de Penas. La aldea de Garaloces se extiende ladera arriba hacia el sur.
Poutomillos do Burgo, que se llama así para diferenciarlo de la contigua parroquia de Poutomillos, es una pequeña aldea bastante distante del núcleo, en lugar ya bastante alto, donde está la llamada Casa do Fidalgo, pazo típicamente agrario del siglo XVIII desgraciadamente abandonado y en muy mal estado de conservación.
El paisaje agrario de O Burgo es muy bello, y muy interesante por los buenos cierres de piedra de agros y fincas. Uno de los buenos paseos para hacer a pie sería ir desde la iglesia parroquial hacia la capilla de San Bartolomé y luego seguir hasta el solitario caserío de Canedo de Abaixo, a poco más de un kilómetro. A medio camino se encuentran los restos de un castro.