PARROQUIA DE SAN PEDRO DE MERA
Superficie: 4,83 km2 / Población 2013: 84 habitantes
Esta parroquia, la última del Concello de Lugo antes de entrar en el de Guntín, es citada documentalmente desde principios del siglo XI. Fue una etapa importante dentro del Camino Primitivo a Compostela, con su hospital de peregrinos que aun recuerda bien la toponimia, pues Hospital es la aldea más grande de la parroquia. Pero el poblamiento de estas tierras está ya bien testimoniado desde el Megalítico, y en época castreña y romana debió ser lugar importante dentro del territorio de los caporos. En la aldea de Crecente apareció hace unos años una extraordinaria estela funeraria galaicorromana, tal vez la más impresionante que se haya encontrado en Galicia, que preside una sala del Museo Provincial de Lugo.
Y pese al despoblamiento agrario, sigue siendo una tierra bastante habitada y con una agricultura considerable. Tierra más bien alta en la cabecera del río Mera, que le da nombre a la parroquia, a la pequeña comarca y al antiguo condado, es rica en aguas y prados, que otrora fueron agro, y su patrimonio arquitectónico popular especialmente rico, por el cual todas sus aldeas merecen una visita.
Cuatro de estas aldeas están fuertemente agrupadas. En Hospital destaca la Casa da Capela y algunas otras de valor, además de una bella fuente en el camino. En San Pedro de Baixo, junta la carretera, hay una magnífica escuela con vivienda para el maestro, de una hechura y de un tamaño muy singulares, sin paralelo en todo el ayuntamiento de Lugo; muy bien rehabilitada, hoy es Centro de Dinamización Cultural del Concello de Lugo. Remesar es una aldea redonda, donde se puede ver alguna casa con porche y algunas puertas adinteladas sobre antas. San Pedro de Riba se organiza alrededor de la iglesia, cerca de la cual hay un pajar muy notable y un pequeño hórreo muy singular.
Ya contra San Romao da Retorta, en el lugar de Taboeiro sale una pista hacia Cotá. Alrededor se organiza Crecente, aldea más extendida, en la que hay un mesón en una casa de espléndida cantería datada en 1876; conviene avisar si se quiere comer allí. Esta es una zona agraria más bien llana y con buenas casas, e incluso con un interesante palacio, infelizmente bastante abandonado, que tiene como anexo un palomar de planta cuadrada.